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Úbeda añade la Sinagoga del Agua a su patrimonio

ELPAÍS.COM

GINÉS DONAIRE – Jaén – 05/05/2010

La ciudad patrimonial de Úbeda (Jaén) sigue deparando sorpresas al viajero. Quien pensara que todo su legado arquitectónico y monumental ya estaba puesto en valor se equivoca. El hallazgo de una sorprendente sinagoga en un edificio de titularidad privada ha arrojado más luz sobre las civilizaciones que han pasado por este lugar, en especial durante la Edad Media y, de paso, ha reforzado aún más la oferta turística de este enclave declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La denominada Sinagoga del Agua ha abierto al público convertida en el Centro de Interpretación de las Tres Culturas. Está enclavada en pleno casco antiguo de Úbeda, en la esquina de las calles Roque Rojas y Las Parras. En una zona, por cierto, que no está documentada como antiguo barrio hebreo.

Su descubrimiento sorprendió a los propietarios del inmueble en el que se realizaban obras para construir varios apartamentos turísticos. Tanto fue así que su dueño tuvo claro de inmediato que debía paralizar su proyecto urbanístico para poner al servicio de la ciudad un yacimiento que ha cautivado a los investigadores y a los turistas que ya se han adentrado en su interior.

La Sinagoga del Agua conserva restos de lo que pudo ser una antigua sinagoga judía. Cuenta con siete pozos conectados entre sí y un mikvé (baño ritual judío). Los expertos consideran que en España sólo hay constancia de un espacio similar en Besalú (Girona), aunque en este caso los baños están en la planta superior del templo. «Es un lugar mágico, un descubrimiento único, un viaje en el tiempo», subraya el empresario turístico Andrea Pezzini, responsable de la sociedad Artificis, que ha llegado a un acuerdo para la explotación turística de este nuevo atractivo monumental.

Los visitantes pueden apreciar la mezcla de las culturas hispano-árabe, musulmana y cristiana. Y es que se ha constatado que el templo fue ocupado por la Inquisición, y previamente fue una sinagoga con unos baños rituales de purificación en la planta baja. El propietario del edificio, Fernando Crespo, destaca que la rehabilitación y acondicionamiento del lugar ha requerido mucho trabajo y una importante labor de investigación. De hecho, en el recorrido por la sinagoga también se exhiben pinturas, cerámicas, documentos y elementos arquitectónicos y decorativos del edificio.

Las autoridades municipales y los historiadores han valorado la sensibilidad del empresario ubetense para poner en valor parte de las señas de identidad de la ciudad. «Ha creado un interesante espacio para la comprensión de la histórica presencia de las tres grandes culturas monoteístas en dicha ciudad de la comarca de La Loma. Se trata de una visita que no deja indiferente a nadie por la excelente rehabilitación del edificio», ha señalado Rafael Cámara, presidente de la asociación Tarbut Sefarat. Fernando Crespo confía en que la sinagoga «sirva como ejemplo para que otros muchos descubrimientos se rehabiliten, en lugar de ocultarlos o destruirlos para no complicar unas obras». Conscientes de las oportunidades que este hallazgo ofrece, las autoridades han contactado con universidades y grupos de investigación para ampliar los trabajos de campo.

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