Son muchos las personas que durante su visita guiada a Úbeda, al enfilar la calle María de Molina, camino de la plaza de Primero de Mayo, se percatan de su nombre y curiosos nos preguntan…

“-¿María de Molina? -En  Madrid hay una calle que se llama así cerca del Paseo de la Castellana…”

 

María de MolinaPero lejos nos queda esta María de Molina (esposa de Sancho IV el Bravo, reina consorte de Castilla entre 1284-1295, regente de sus hijos Fernando IV y Alfonso XI) de la que residió en tierras ubetenses.

 

La calle María de Molina, da comienzo donde termina la calle del Real y desemboca actualmente en una especie de «calvero» común al paseo del Mercado, callejón de Ventaja y calle de Juan Ruiz González (anteriormente llamada calle la Cárcel).

María de Molina

Es curioso ver como en esta misma calle cada acera depende de una parroquia, la derecha a la parroquia de Santa María mientras que su opuesta (donde se encuentra el lateral de nuestro antiguo ayuntamiento) pertenece a la demarcación de de la Iglesia de San Pablo.

Dicha calle, antiguamente conocida como la Rúa o La Sastrería, hoy recibe el nombre de María de Molina en favor y homenaje a un hija ilustre de Úbeda, que por lo que sabemos, no guarda relación con esta calle, no se quiere pasar por alto su importancia y se le dedica, como a muchos otros, una calle de nuestra ciudad.

Doña María de Molina, de modesta familia, fue llevada a la Corte por los marqueses de Camarasa, descendientes de la familia Cobos, donde fue nombrada camarera de la infanta María Teresa, hija de Felipe IV y casada con Luis XIV de Francia, el rey Sol.

Sacando provecho de su privilegiada posición, tras encandilar a la corte de Versalles con su canto, dispensó especiales favores al convento de la Concepción (Carmelitas Descalzas), al que «regaló 12.000 pesos, telas muy ricas y un cofrecito de carey para guardar en él al Santísimo Sacramento el día de Jueves Santo». Algún autor le atribuye, incluso, la fundación del actual convento.

María de MolinaPero sin duda, la donación más valiosa de esta dama ubetense fue la efectuada a la parroquia de Santa María (donde había sido bautizada): una custodia procedente del oratorio del rey francés que constaba de 985 diamantes, 165 rubíes, un jacinto y cinco zafiros.

La custodia actual que se procesiona durante la festividad del Corpus Christi. Es una réplica realizada en 1963 mucho más modesta,  ya que la original fue  destruida en la guerra civil, conservándose sólo dos rayos de sol.

Tan espléndido regalo fue elegido, entre otras muchas valiosas piezas,  de entre las que a doña María le dieron a escoger, porque nuestra dama recordaba que la Colegial de Úbeda carecía de custodia.

Este domingo, 2 de junio, celebramos la fiesta del Corpus Christi, en la que Úbeda, luce más bonita, aún si cabe, engalanando sus más emblemáticas calles con flores, para procesionar por ellas tan valioso tesoro.

Como ves, las calles de Úbeda están plagadas de historia, aguarda al próximo post o únete a nuestras visitas guiadas para empaparte de ella.

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