Exposición "De lo pintado a Dios" en la sala de Arte Contemporáneo del Museo San Juan de la Cruz

El Museo San Juan de la Cruz atesora un importante patrimonio artístico. Obras de arte de los siglos XVI–XVIII que la comunidad de padres carmelitas descalzos se ha propuesto restaurar para su mayor disfrute y conservación. Muestra de ello es la exposición De lo pintado a Dios.

De lo pintado a Dios recoge una veintena de piezas de arte, que han sido puestas en valor por los alumnos y alumnas del departamento de restauración de la Universidad de Sevilla. La iniciativa obedece al propósito de la comunidad carmelitana de rehabilitar el patrimonio artístico del Convento de San Miguel. Una labor iniciada años atrás y que, en esta ocasión, se puede contemplar en la sala de Arte Contemporáneo del Museo San Juan de la Cruz.

El título de la muestra, De lo pintado a Dios, es una expresión que ya utilizó el místico en uno de sus escritos. Queriendo decir con ella la capacidad del arte para acercarnos a Cristo, porque el arte expresa lo que no se puede decir con palabras e invita a contemplar el misterio de la divinidad…, a «dejar volar al alma de lo pintado a Dios vivo», como dice el propio San Juan de la Cruz.

Los lienzos y las pequeñas esculturas que conforman la exposición De lo pintado a Dios transmiten esta vocación de ser intermediarios entre Dios y los hombres. Todas ellas son piezas de entre los siglos XVI-XVIII, realizadas, en su mayoría, por artistas anónimos que dejaron su huella en la Orden del carmelo descalzo, y que ahora lucen con su esplendor original.

Exposición "De lo pintado a Dios" en la sala de Arte Contemporáneo del Museo San Juan de la Cruz de Úbeda

Obras anónimas de los siglos XVI-XVIII

La magnífica pintura de El Salvador, muestra un Cristo rotundo y monumental, que sostiene la esfera terrestre con su mano izquierda. Aunque no es posible atribuirle una autoría, por la destreza de su ejecución parece pertenecer a la escuela de Pablo de Céspedes.

Igualmente, se desconoce al creador de la serie formada por los lienzos de San José, Santa Ana y Santa Gertrudis. Figuras mayestáticas que aparecen envueltas en un paisaje común de cielos primaverales y apacibles montañas. Y lo mismo podemos decir del cuadro de La Santísima Trinidad o de El milagro de Córdoba, por nombrar algunos de ellos.

Otras obras que conforman la exposición De lo pintado a Dios son retratos de miembros destacados de la comunidad carmelita descalza. Como es el letrado y consumado teólogo San Cirilo de Constantinopla, muy apreciado por sus sermones y sabios consejos. Por ello es representado con pluma y libro. Algo parecido sucede con el retrato de San Pedro Tomás. El capelo cardenalicio con que cubre su cabeza indica su estatus como arzobispo que fue de Creta y patriarca latino de Constantinopla.

En riesgo de desaparecer para siempre

Entre las obras que componen la exposición De lo pintado a Dios, hay dos que presentaban un especial estado de deterioro. Una de ellas es La transverberación de Santa Teresa por la Sagrada Familia. Donde la santa es traspasada por una flecha ardiente, no por el ángel, sino por la Sagrada Familia, como es habitual en las representaciones del Nuevo Mundo.

La otra obra es el Cristo de los cuatro calvos, una pieza que coronaba el retablo mayor de la Basílica de San Juan de la Cruz y que, tras su restauración, volverá a la sala de la Sacristía conventual. Fue donada por Ana Aranda tras la guerra civil para paliar los daños ocasionados al convento. Se trata de una copia del siglo XVII del famoso Cristo que preside el altar mayor de la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares. De él llama la atención la pronunciada contorsión del torso, postura a la que obligan los dos clavos de los pies. Sus rasgos permiten encuadrar la obra en el círculo del escultor Alonso de Mena.

Proceso de restauración

El trabajo de restauración ha consistido en una profunda limpieza, tanto mecánica como química, para retirar las gruesas capas de barnices oxidados. Algo que ha resultado solo suficiente para aquellas obras que presentaban un buen estado de conservación. En otros casos ha sido necesario volver a tensar los lienzos en el bastidor, o realizar un laborioso proceso para fijar la pintura. Algunos incluso han precisado de reintegración cromática. Así como también una intervención en el propio marco o en el soporte, siempre respetando escrupulosamente el original.

El resultado de la restauración, que ha durado tres largos años, ha sido una asombrosa recuperación de la luz y el color de las obras de arte, que ahora lucen con una inesperada intensidad. Así como el descubrimiento de suculentos detalles que antes permanecían ocultos o levemente insinuados y que ahora aportan nuevos elementos de análisis e interpretación.

Santa Ana con la Virgen niña, cuadro restaurado para la exposición "De lo pintado a Dios"

Santa Ana y la Virgen niña, antes y después de su restauración

El fabuloso equipo restaurador

El joven equipo, formado por estudiantes en prácticas del grado de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, ha estado dirigido por María Isabel Alba Fernández Moya. Y lo integran: Antonio Custodio López, Natividad Poza Poza, Modesto Rodríguez Álamo, Javier Moreno Aljarilla y Carles Salafranca Porcar. Jóvenes a quienes auguramos un brillante porvenir.

Este proyecto, de gran envergadura, se pudo concretar gracias al apoyo de la Casa Provincial de los Carmelitas Descalzos en España, la Fundación Caja Rural de Jaén, la comunidad actual de frailes del convento de San Miguel y algunos colaboradores que aportaron ilusión, tiempo y trabajo.

La exposición, de carácter temporal, se enmarca dentro de la actual visita al Museo San Juan de la Cruz. Y se podrá disfrutar hasta el 21 de junio de 2023.

¿Te ha parecido interesante? En Artificis estaremos encantados de acompañarte en tu visita al Museo San Juan de la Cruz.

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