La familia Cobos otorgó a nuestra ciudad de un esplendor tal que poco pueden envidiar a los archiconocidos Médici en cuanto a mecenazgo y legado patrimonial del que hoy podemos disfrutar en Úbeda.

Ya hablamos en su día de, Francisco de los Cobos, y hoy nos toca hablar de uno de sus sobrinos, Diego de los Cobos.

Diego de los Cobos

Diego de los Cobos.
Imagen: Wikipedia

Diego de los Cobos, Nació en 1516, es el hermano de Juan Vázquez de Molina. Estudió jurisprudencia y teología en Salamanca. Concluidos sus estudios, Diego de los Cobos, recibe el priorato de Marmolejo, siendo nombrado con posterioridad Arcediano de Coria.

Pero el futuro obispo de Jaén, siendo hombre de letras y componente de una familia plenamente dedicada a la burocracia castellana, será llamado a ocupar otros cargos de responsabilidad civil como el de oidor de la Chancillería de Valladolid y miembro del Consejo de la Inquisición.

Preconizado obispo de Huesca, no acepta la prelacía. No ocurrirá igual con la silla apostólica de Ávila, que sí será ocupada por el mitrado hasta 1560, año en que es ascendido a la sede apostólica de Jaén, en la que realiza una fuerte tarea pastoral que le lleva a visitar cada rincón de nuestra provincia.

Cinco años llevaría nuestro obispo al frente de su Obispado cuando, convocado en Toledo un concilio provincial, se dispone don Diego a asistir. Estándose celebrando la primera sesión El Obispo de Jaén –narran las crónicas toledanas– “murió en la ciudad de unas calenturas, pocos días después de llegado, al cual llevaron una noche sus criados, sin que se le hiciesen exequias algunas, más de dar clamores por él en la iglesia y en la parroquia»

Trasladado su cuerpo a Úbeda, fue sepultado en el (desaparecido) Convento de la Merced, donde los Vázquez de Molina tenían en propiedad su capilla mayor como enterramiento familiar. Diez años más tarde, el prelado ubetense sería depositado en la cripta de su capilla del Hospital de Santiago, cumpliéndose así su voluntad y el anhelo de su vida.

El Hospital de Santiago, conocido como “Escorial del Sur”, será su aportación póstuma para el patrimonio ubetense. Considerada de las mejores obras del Renacimiento en España y de las más importantes realizadas por Andrés de Vandelvira, comenzó a construirse en torno a 1562 y se finalizó en 1575.

Esta gran obra benéfica destinada para los enfermos de bubas, cuenta también con una capilla, tanto para el culto de los enfermos como para servir de gran enterramiento o panteón a su fundador; y un espacio residencial, creando pues Vandelvira, un modelo de Hospital-Palacio-Panteón como podemos ver también en el Hospital Tavera de Toledo.

Desde 1975 que se construye el Hospital Comarcal de San Juan de la Cruz ya no posee una función hospitalaria, sino cultural, siendo nuestro Centro de Congresos y Exposiciones y cobijando también la Biblioteca Municipal, el Planetario, la escuela de Danza”…

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