portada Sur o del Sol de la iglesia de San Isidoro de Úbeda

Portada sur o del Sol

Situada extramuros de la ciudad, la iglesia de San Isidoro de Úbeda aúna en su fábrica el estilo gótico y renacentista. Es el ambicioso proyecto de Alonso Barba, discípulo de Vandelvira, para dar solución a una de las parroquias más pobladas de la ciudad. 

La iglesia de San Isidoro de Úbeda está algo alejada de los circuitos turísticos de Úbeda. Sin embargo, es una de los más interesantes, ya que conserva elementos arquitectónicos del gótico, en una ciudad donde predomina el Renacimiento. En esto muestra bastantes similitudes con las parroquias de San Pablo y de San Nicolás de Bari. También porque en las fachadas de todas ellas luce el escudo de Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, el obispo constructor.

El inquieto prelado de la diócesis de Jaén financia las obras de las dos portadas de la iglesia de San Isidoro entre los años 1510 y 1515, según sus preferencias arquitectónicas tardogóticas. En la portada sur o del Sol, orientada al mediodía, destacan los arcos apuntados y los pináculos propios del flamígero. Lo mismo sucede en la portada norte o de la Umbría, precedida por una escalera que hay que descender, y que exhibe una apretada decoración plateresca de candeleros y grutescos.

Obras en el siglo XVI

La iglesia de San Isidoro de Úbeda está situada fuera del recinto amurallado, en uno de los arrabales más poblados de la urbe medieval. Un arrabal que llega a alcanzar casi los cinco mil parroquianos. Por esto, se hace urgente una reforma que permita acoger a toda la feligresía. Ya que, hasta ese momento, la iglesia de San Isidoro no es más que un modesto templo del siglo XIV, que conserva tres naves separadas por columnas y una techumbre de alfarje de estilo mudéjar.

La ampliación que proyecta sobre ella Alonso Barba en el siglo XVI es realmente formidable. Barba es alumno aventajado del maestro Andrés de Vandelvira, el arquitecto del Renacimiento por excelencia en Úbeda. Siguiendo su estela, concibe un majestuoso templo que no verán, sin embargo, terminado. Y no solo porque las obras se prolongan durante buena parte del siglo XVII, después de la muerte de ambos, sino porque hubo que recortar, modificar, el ambicioso proyecto por falta de medios. Es esta una centuria marcada por la ruina fiscal, las malas cosechas, el cólera y la consiguiente pérdida de población.

La Virtud de la Caridad

La Virtud de la Caridad

Impronta de Vandelvira

La impronta renacentista de estos dos geniales constructores se aprecia en la cabecera de la iglesia y en el crucero, donde se repite el mismo esquema compositivo de la Catedral de Jaén. Llama la atención las grandiosas columnas corintias, adosadas en las esquinas del crucero. También las capillas-hornacinas que se suceden por tramos a lo largo de su única nave, con planta de cruz latina.

Las capillas, separadas también por pilastras corintias, muestran, a su vez, una elegante decoración escultórica sobre sus arcos de medio punto, con las Virtudes recostadas a la manera clásica. El techo se cubre con una elegante bóveda de cañón que se prolonga hasta el crucero, sobre el que se alza una gran cúpula, sostenida por pechinas, en las que aparecen esculpidas las figuras de los Evangelistas.

La vicisitudes del campanario

Volviendo al exterior, llama la atención la menuda espadaña que corona la mole de lo que parece haber sido una iglesia fortaleza. Algunas teorías apuntan a que, en su origen, la iglesia de San Isidoro de Úbeda fue un bastión defensivo construido por los árabes para defender su muralla en la parte de Poniente. Otra teoría sostiene que fue edificada sobre el solar de una antigua mezquita.

Sea como fuere, lo cierto es que la esbelta torre que llegó a lucir este templo no gozó de buena salud. Aunque fue renqueando hasta quedar seriamente dañada tras un terremoto. Finalmente tuvo que ser demolida en el año 1862 y colocada en su lugar la actual espadaña. Fruto de todas estas reformas a lo largo del tiempo es el caprichoso juego de volúmenes que muestra el edificio en algunas partes de su fábrica.

Dependencias de la Sacristía de la iglesia de San Isidoro de Úbeda

Dependencias de la Sacristía

Francisco Palma Burgos

También en el exterior, en la esquina del templo, verás un sencillo monumento dedicado al escultor Francisco Palma Burgos. Buena parte de las imágenes que procesionan en Semana Santa por las calles de la ciudad se deben a este extraordinario artista de origen malagueño y ubetense de adopción. En la propia iglesia de san Isidoro puedes ver algunas de sus obras, como es el Cristo de la ColumnaMaría Santísima de la Caridad, realizadas a mediados del siglo XX.

El busto de bronce de Palma Burgos mira hacia una pequeña casa encalada, de aspecto humilde y antiguo, donde estuvo instalado el taller de uno de sus más sobresalientes discípulos en Úbeda: el pintor Marcelo Góngora. Este último, destacado representante del llamado «realismo fantástico». Y también escultor de algunas de las imágenes recientes de la Semana Santa ubetense, siguiendo la estela de su admirado maestro. Vaya un sentido homenaje a los dos.

Busto de Francisco Palma Burgos en la iglesia de San Isidoro de Úbeda

Refugio de la guerra civil

Pero la iglesia de San Isidoro de Úbeda esconde una alucinante sorpresa. En el año 2009, en el transcurso de unas obras, cedió el pavimento de una calle próxima al templo y se descubrió en el subsuelo un inquietante refugio utilizado por la población durante la Guerra Civil.

El refugio, al que se accede por una espaciosa escalera de caracol que desciende a considerable profundidad, se extiende bajo la iglesia a modo de gran nave subterránea. Con techos abovedados, sustentados por numerosos arcos y pilares. En ellos se aprecian una especie de soportes para colocar velas, candiles u otros sistemas rudimentarios de iluminación. También existe una pequeña alberca o fuente, quizás como depósito de agua para abastecer a las personas allí congregadas. El refugio se bifurca en varia ramificaciones, algunas de ellas tapiadas, que señalan otras posibles entradas o salidas.

Refugio antiaéreo de la guerra civil española, bajo la iglesia de San Isidoro de Úbeda

Foto: Lorenzo Rodríguez Alhambra

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