Patio palacio Marqués de la Rambla de Úbeda
Una de las obras civiles del XVI mejor conservadas en Úbeda es el palacio del Marqués de la Rambla
. Pertenece a los marqueses del mismo nombre, quienes dieron alojamiento al rey Alfonso XIII en su visita a Úbeda. En la actualidad es un hotel muy especial, cargado de arte y de historia.

El palacio el Marqués de la Rambla ostenta el nombre de sus actuales propietarios. Pero antes que ellos, lo fue la poderosa familia ubetense Cobos-Molina, que decide levantar sus nobles muros en el siglo XVI, en plena efervescencia urbanística de la ciudad. El matrimonio está formado por Francisco de Molina y Valencia, quien lleva con honor haber desempeñado el cargo de capitán durante la sublevación de los moriscos de Granada. Además es regidor de Úbeda. Su mujer, Mayor de los Cobos, es la sobrina nieta del todopoderoso Francisco de los Cobos, el secretario del emperador Carlos V.

Con semejantes credenciales, el proyecto de construcción del palacio resulta de lo más ambicioso, siguiendo la estela renacentista del maestro Andrés de Vandelvira. Sin embargo, no existe en él una visión de conjunto, sino que cada uno de sus elementos se va resolviendo por separado y en tiempos diferentes. Por eso, su arquitectura presenta soluciones dispares, aunque en su globalidad parezca que respira gran armonía.

Zaguán palacio Marqués de la Rambla

Un palacio junto a la muralla 

El lugar elegido para levantar la aristocrática residencia es un solar situado junto al postigo de la Calancha, una de las viejas puertas de la muralla árabe de la ciudad. Pueden apreciarse restos de ella en una de las esquinas del edificio, rompiendo un tanto la marcada horizontalidad de su fachada. A esto último contribuye el friso de puntas de diamante que separa sus dos cuerpos y la robusta cornisa, decorada con mascarones y ménsulas de acanto. También los grandes vanos a modo de balconadas, envueltos con pilastras y frontones triangulares.

Pero lo que más destaca en la fachada, sin duda, es su monumental portada, abierta en uno de sus extremos. La obra de cantería la encargan los propietarios a Juan Hernández y a su hijo Cristóbal, siguiendo las trazas y el estilo de la portada del palacio Vela de los Cobos. En esto no hay cuidado, ya que Vela de los Cobos es también miembro de la familia. Aún así, la práctica de repetir o de copiar los esquemas compositivos de unos edificios a otros es muy habitual en la arquitectura local del siglo XVI.

Portada blasonada del Palacio del Marqués de la Rambla de Úbeda

Escudos y tenantes barbados

Así, al igual que el palacio de Vela de los Cobos, el de los marqueses de la Rambla muestra también la hidalguía de sus fundadores con dos míticas figuras que sostienen sus escudos de armas. Aunque en este último son mucho más imponentes y vigorosas, representando a dos tenantes barbados, vestidos a la romana.

El de la izquierda sostiene el escudo de Francisco de Molina y Valencia, mostrando una torre con una rueda de molino en su base, junto con tres flores de lis. Este último símbolo, que lo vincula con la casa del Rey David, suelen utilizarlo todos los nobles de ascendencia judía. El tenante de la derecha sostiene el escudo de su mujer, formado por cinco leones rampantes.

Detalle portada del Palacio del Marqués de la Rambla de Úbeda

La Virgen de la Luz

Junto a la escultural portada del palacio del Marqués de la Rambla se aprecian restos del lienzo de la  muralla árabe. Un muro que está horadado por una pequeña hornacina con la imagen de la Virgen de la Luz. Es esta una interesante talla de madera policromada que pertenece al románico tardío y que muestra a la Virgen con el Niño en la actitud hierática propia de este estilo.

La hornacina presenta el emblema mariano en el centro, y una inscripción nos informa que la enigmática imagen fue hallada en un hueco de la muralla en el año 1300. La Virgen de la Luz fue expuesta al culto en este lugar para honrar la memoria de Bernardo Orozco y Loring, el XI marqués de la Rambla, muerto en 1918.

Virgen de Luz en el postigo de la Calancha de Úbeda

Hospedería real

El interior del palacio del Marqués de la Rambla, iniciado antes que la fachada, muestra la ausencia de ese proyecto unitario en su construcción que mencionábamos antes. Algo que se aprecia en su bucólico patio porticado, en el que dos de sus lados presentan una sencilla galería adintelada cubierta de yedra. Mientras que los otros dos exhiben una doble y bella arcada de medio punto con abundante decoración, en la que destacan los escudos de nobles familias ubetenses. Una obra magistral realizada por el cantero Pedro Hernández de Cantabrana en 1561.

Patio del palacio del Marqués de la Rambla

La escalera imperial del patio, que da acceso a la primera planta, se sitúa al fondo, casi centrada. Por ella se accede a las suntuosas dependencias del palacio, decoradas con un mobiliario acorde a la época que hace volar la imaginación a siglos pasados. Un espacio muy especial que sirvió para acoger como huésped al rey Alfonso XIII durante su visita a Úbeda el 14 de enero de 1926.

En aquel tiempo la ciudad no disponía de ningún hotel a la altura de semejante invitado. Ya que su fabuloso Parador de Turismo, ubicado en el palacio del Deán Ortega, no se inauguró hasta el año 1930. Lo que supuso todo un acontecimiento, ya que contaba con comodidades difíciles de imaginar en aquel entonces, como agua corriente, comedor con chimenea, baño privado en las habitaciones o calefacción.

Continuando con esta vieja tradición hospitalaria, el palacio del Marqués de la Rambla es en la actualidad un pequeño hotel de ocho habitaciones de características muy especiales. Donde podrás vivir la experiencia única de alojarte como un rey.

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