Portada del palacio del Deán Ortega en Úbeda

Situado junto a la Sacra Capilla del Salvador de Úbeda, el palacio del Deán Ortega es uno de los Paradores de Turismo más antiguos de España. Su propietario es la mano derecha del secretario del emperador Carlos V y su constructor el arquitecto Andrés de Vandelvira.

Quien manda construir el palacio del Deán Ortega no es más que un clérigo de la diócesis de Jaén en el siglo XVI. Pero su origen noble, su diligencia y buen gusto, lo convierten en una persona imprescindible en Úbeda para uno de los hombres más poderosos del momento: Francisco de los Cobos, secretario del emperador Carlos V. Será su administrador y albacea testamentario. Y, en este puesto, conseguirá Fernando Ortega Salido no pocas mercedes y privilegios como el nombramiento de deán de la catedral de Málaga.

No es poca la tarea encomendada a Fernando Ortega, ya que Cobos tiene un extenso feudo en tierras giennenses y una ambiciosa empresa edificadora. Palacios, castillos, capillas funerarias…, cuya obras tendrá que dirigir y supervisar personalmente. Negociar, firmar contratos, gestionar documentos, resolver contratiempos y hasta intervenir en el laborioso diseño iconográfico de algunas de ellas.

Fachada de la Capilla del Salvador en Úbeda

Artífice de la iconografía del Salvador

La obra más importante que atiende el deán Ortega es la Sacra Capilla del Salvador de Úbeda, el enterramiento privado de Francisco de los Cobos y de su mujer María de Mendoza. En este edificio nuestro eclesiástico hace un despliegue iconográfico apabullante, encaminado a exaltar la figura de su señor, y donde demuestra poseer un alto grado de formación intelectual y humanista. Su intención última es la de aunar elementos de la antigüedad clásica con los del cristianismo para simbolizar el triunfo en la historia de la llegada del Salvador.

Tanto debe Cobos al tesón y a la fidelidad con que se entrega Ortega a la fundación del Salvador, que se compromete de por vida a proteger la capilla funeraria que posee el deán en la iglesia de San Nicolás. Aún mas, es nombrado primer capellán mayor de la suya propia, y hasta le hace el ofrecimiento de facilitarle enterramiento en ella si así lo desea.

Plaza Vázquez de Molina en Úbeda

Un palacio en la plaza Vázquez de Molina

El deán Ortega ha alcanzado una notable posición económica y social que exige de una vivienda acorde a su estatus. Y nadie mejor que él para elegir a los más cualificados maestros de obra que diseñarán su magnífico palacio. Este último, levantado muy próximo a la capilla del Salvador, y en la plaza monumental por excelencia, donde se aglutinan los edificios más representativos de la ciudad. El artífice será sin duda Andrés de Vandelvira, el arquitecto renacentista que se ha ganado fama y reputación con su magnífico trabajo en la capilla del Salvador. Las obras comenzarán a mediados del siglo XVI.

Vandelvira concibe una residencia palaciega de aspecto sobrio y equilibrado, acorde con la posición y desempeño del religioso. Pero no rehúsa utilizar sus característicos balcones esquinados, divididos con un grácil parteluz de mármol blanco, tan característicos en sus edificaciones. Tampoco el diseño de un patio interior de doble arquería, sostenida quizás por las columnas más delgadas y elegantes de la ciudad, de inspiración nazarí. En el acabado de los interiores del palacio, interviene el también afamado arquitecto Luis de Vega, con el diseño de su lujosa carpintería.

Patio del palacio del Deán Ortega, actual Parador de Turismo de Úbeda

Sin embargo, el deán no llegó, al parecer, a vivir lo suficiente para disfrutar de esta espléndida morada. Y, con el tiempo, su escudo nobiliario, sostenido por seres alados sobre el dintel de la elegante portada principal, fue borrado sin ningún miramiento. Esto último ocurrió en el año 1831, cuando fue adquirido por el I marqués de Donadío. El marqués, también alcalde de Úbeda, caballero de Santiago, senador del Reino, etc., etc., lo mandó borrar para grabar el suyo propio y dejar así constancia de su hidalguía para el resto de los tiempos.

Parador de Turismo

El palacio del Deán Ortega continuará en manos de la familia del marqués de Donadío durante casi cien años. Hasta que en 1929 pasa a albergar el Parador Nacional de Turismo. Convirtiéndose en uno de los primeros Paradores en abrir sus puertas. La iniciativa obedece a la necesidad imperiosa de que la ciudad renacentista cuente con un lugar a la altura para albergar a los visitantes ilustres. Como lo era Alfonso XIII, que visitó la ciudad de Úbeda un 14 de enero e 1926. Entonces el monarca tuvo que hospedarse en el Palacio del Marqués de la Rambla, con su propietario como anfitrión, al no contar la ciudad con otra cosa mejor.

Palacio del Deán Ortega, sede del Parador de Turismo de Úbeda en 1930

Palacio del Deán Ortega en el año 1930

Un año después, el 10 de noviembre 1930, se inaugura el flamante parador en el palacio del deán Ortega. Aunque llevará otro nombre, el de Condestable Dávalos. Uno de los personajes más relevantes de la ciudad de Úbeda en el siglo XV, que ostentó el puesto de condestable de Castilla. La inauguración fue todo un acontecimiento en aquella época. Ya que, el nuevo establecimiento hotelero disponía de unos lujos y comodidades del todo extraordinarios, como agua corriente y calefacción, o un comedor con chimenea y habitaciones con baño privado.

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